Reiki para Niños, Bebés y Adolescentes
El Reiki Ayuda a los Niños a Encontrar Tranquilidad, Calma y Equilibrio
El Reiki es una práctica ancestral japonesa que busca equilibrar la energía vital del cuerpo, promoviendo bienestar físico y emocional.
En niños, bebés y adolescentes, el Reiki puede ser especialmente beneficioso, ya que les ayuda a encontrar tranquilidad, mejorar su concentración y agudizar sus sentidos.
Además, actúa como una limpieza energética, eliminando las influencias negativas que puedan absorber del entorno, dado que, al igual que los adultos, los niños son susceptibles a las energías circundantes, e incluso pueden ser más receptivos.
Preparación para una Sesión de Reiki
Antes de iniciar una sesión, es recomendable que los niños realicen actividades que faciliten la apertura de su energía, tales como:
- Jugar
- Saltar
- Caminar
- Bailar
- Correr
- Practicar algún deporte
Detalles de la Sesión
Para garantizar un ambiente propicio durante la sesión, se cuidan los siguientes aspectos:
Armonización del espacio con una frecuencia de 432 Hz
Encendido de una vela
Uso de sahumerio
Colocación de un vaso de agua
Presencia de una planta en maceta
Duración de la sesión: 1 hora
El Reiki en los bebés:
puede ser una herramienta complementaria que, de manera suave y no invasiva, ayuda a los bebés en varios aspectos:
- Calmar y relajar: Muchos padres han notado que el Reiki ayuda a relajar a los bebés, lo que puede contribuir a que se sientan más tranquilos y seguros.
- Alivio de molestias: En casos de cólicos o irritabilidad, se utiliza como apoyo para aliviar molestias leves, siempre en conjunto con el cuidado médico tradicional.
- Mejora del sueño: Al equilibrar su energía, el Reiki puede favorecer un descanso más profundo y reparador.
- Estímulo del bienestar general: Se cree que al armonizar el flujo de energía, se potencia el sistema inmunológico y se favorece un desarrollo más equilibrado, complementando así otros cuidados y tratamientos.